Por Grancharoff Julián
Procederé a analizar las visiones económicas argentinas en la última
década (2001-2011). Como ya sabemos hay inmensa cantidad y muy diversas
opiniones y visiones acerca de los ideales, mecanismos, objetivos, de
los distintos economistas. Por consiguiente, me basaré en las que
tuvieron y tienen más relevancia durante este período, como lo son los
oficialistas y la oposición, los Kirchneristas y los Antikirchneristas.
También daré una opinión personal, es decir, mi visión económica de este
período. Si bien en el 2001 yo era muy pequeño y no tenía total
consiencia de la situación por la que estaba atravesando mi país,
mediante el estudio de los sucesos y a diez años de los mismos podré dar
mi propia visión.
En primer lugar, es imprescindible destacar un contexto externo muy
favorable para la Argentina durante el período de 2001-2011. No hay
sector ni partido político que pueda negarlo, nuestro país se ha visto
realmente muy favorecido por el mercado internacional, con los muy
buenos precios que han alcanzado nuestros commodities, como la soja.
Este no es solo el caso de la República Argentina, sino que América
Latina, como región, ha experimentado este impacto positivo en su
economía. De este modo, se verifican las exportaciones como uno de los
motores de la actividad, básicamente por el impulso externo de los
precios de los commodities y la demanda asiática. Estos resultados han
sido nuevamente decisivos para impulsar una transferencia importante del
sector transable al no transable de la economía, y sostener el
crecimiento del gasto público y del consumo, como viene ocurriendo en
los ‘2000.
En el gráfico anterior podemos ver el saldo positivo de ese período,
en los distintos años desde el 2001. No hay dudas que el país ha estado
en recuperación desde la crisis de ese año. Aquí es donde radica uno de
los principales enfrentamientos u opiniones del oficialismo y la
oposición: mientras los Kirchneristas adjudican este progreso económico a
sus medidas, sus planes y diversos proyectos llevados a cabo por su
gobierno; la oposición sostienen que este progreso se hubiera dado con o
sin los Kirchner, ya que con el altísimo precio de los commodities y de
nuestras exportaciones en general en el mercado internacional,
cualquiera hubiera sido el gobierno este progreso se hubiera dado de
manera “automática”.
La inflación, por su parte, también representa un conflicto. La
economía argentina se encontró en 2010 ante una nueva etapa, dominada
por un nivel de inflación algo más elevado que en el pasado cercano.
Entre 2002 y 2005, la economía había crecido al amparo de un tipo de
cambio real alto, inflación contenida con salarios casi estancados,
tarifas congeladas, y precios de commodities elevados. Entre 2006 y
2008, el crecimiento se mantuvo, pese al aumento de la inflación, a la
caída del tipo de cambio real, y a los aumentos de salarios y de tarifas
de servicios públicos, gracias al boom adicional de los commodities.
Luego de la recesión de 2009, tanto mundial como nacional, la economía
se ha reacomodado a partir de un nuevo set de precios relativos,
determinados por una inflación que se ha instalado en torno al 25%
anual, 10 puntos porcentuales por encima del nivel de 2009. La buena
noticia es que la reactivación llegó –lo que no aconteció en todos los
países del mundo-, pero la inflación no es neutral.
Entonces, si algo ha caracterizado a la Argentina en su historia
reciente es la elevada inflación y la volatilidad que presenta su tipo
de cambio real, un precio clave para la economía, porque resume el
precio relativo entre bienes transables y no transables. La volatilidad
dificulta planificar a largo plazo, frenando la innovación, la inversión
y la formación de “cultura exportadora”.
En cuanto a las diferentes posturas, si vemos la televisión,
escuchamos la radio o leemos los periódicos, quién no ha oído al actual
ministro de economía, Amado Boudou, decir que no hay una marcada
inflación? Y por el otro lado, quién no ha oído a la mayor parte de los
miembros de la oposición atacar constantemente al gobierno acusando que
nuestro país está siendo sacudido por una gran inflación? He aquí otro
dilema en la visión de la economía nacional.
Por último, quiero remarcar que a pesar del contexto favorable, el
crecimiento de una década y algunas políticas acertadas, subsisten
problemas estructurales: casi 4 millones de personas con problemas de
empleo (desocupados y porción de asalariados informales y
cuentapropistas de baja productividad y remuneración) y casi 10 millones
de personas bajo la línea de la pobreza (¼ de la población). Se aprecia
un claro contraste entre la reducción sostenida de la pobreza en Chile y
Brasil, con el comportamiento altamente inestable en tal sentido
observado en Argentina.
Además, Argentina todavía tiene muchas tareas pendientes en materia
de estrategia económica, para aprovechar las oportunidades de la
economía mundial y para estar preparados ante posibles cambios en ella.
Si bien no existe una receta única para la expansión sostenida de la
economía, existen muchas políticas comunes aplicadas por las economías
“exitosas” que pueden resultar muy relevantes para la economía de
Argentina.
Convocatoria
Estimado Colaborador/a: Le comentamos que estamos preparando una edición multimedial que analice las principales tendencias de la economia argentina especialmente en el período 2001-2011. Sabiendo su expertiz en la materia, le pedimos aporte con material para nuestros espacios, con columnas de notas (4000 caracteres aprox), una columna radial o un video (3 minutos) o un debate (tambien radial o tv) entre dos o tres posiciones (5 minutos).
Podrá postear el trabajo en http://laeconomiasegunlanovena.blogspot.com/ a través del mail clave
sábado, 26 de noviembre de 2011
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