Convocatoria

Estimado Colaborador/a: Le comentamos que estamos preparando una edición multimedial que analice las principales tendencias de la economia argentina especialmente en el período 2001-2011. Sabiendo su expertiz en la materia, le pedimos aporte con material para nuestros espacios, con columnas de notas (4000 caracteres aprox), una columna radial o un video (3 minutos) o un debate (tambien radial o tv) entre dos o tres posiciones (5 minutos). Podrá postear el trabajo en http://laeconomiasegunlanovena.blogspot.com/ a través del mail clave

lunes, 28 de noviembre de 2011

Economía K. Por Ramiro Kier

El objetivo de este trabajo es analizar la economía argentina de los últimos diez años. Nuestro país comenzó el segundo milenio en condiciones muy desfavorables. Tras décadas de gobiernos neoliberales y dictaduras militares, Argentina se declaraba en default (cesación de pagos), cinco presidentes desfilaron por la casa rosada en diez días, había 30% de desempleo y la democracia estaba en un punto de alta deslegitimación.  En 2003, cuando Kirchner ganó las elecciones, había más desempleados que votos. A partir de ese momento comienzan las divergencias. Para algunos allí comienza la recuperación de nuestro país y para otros la decadencia.
La recuperación que se vivió en estos diez años es innegable. Lo cierto es que desde donde estábamos era más fácil crecer que otra cosa. Sin embargo, a través de ciertas medidas se hizo posible este crecimiento. Es preciso aclarar que esta mejora comenzó durante la presidencia de Duhalde, cuando Lavagna era ministro de economía (quien permaneció en su cargo por un tiempo durante el gobierno de Kirchner). Las políticas aplicadas por el gobierno nacional para mejorar la situación de las economías regionales desde el 2002/3 fueron:
  • Devaluación del peso argentino: permitió recuperar la competitividad de las exportaciones argentinas (sigue creciendo hasta hoy). El gobierno mantiene una banda de flotación, es decir que el dólar no suba ni baje abruptamente.
  • Acumulación de reservas en el BCRA: cuando el dólar sube se venden dólares (de las reservas) y cuando el dólar baja se compran. En este momento las reservas son muy altas.
  • Planes sociales muy difundidos: un ejemplo de esto es la asignación universal por hijo. Esto no soluciona el problema ya que hasta que no se mejore la redistribución de la riqueza no va a terminar la situación de vulnerabilidad de los sectores más pobres. Sin embargo, en muchos casos soluciona problemas inmediatos.
  • Mejora sostenida de los ingresos de la población: esto genera un aumento del consumo, lo que a su vez produce un aumento de la recaudación. Es un círculo virtuoso.

Kirchner sabía mucho de economía para ser un presidente pero poco comparado con un ministro de economía. Esto puede ser una ventaja, pero también algo desfavorable. En el tiempo en que le tocó presidir la república, los precios internacionales de nuestros productos (la soja y sus derivados, particularmente) estaban realmente altos. Por lo tanto, Kirchner se manejó con la economía del día a día. Lo que hacía era mantener alto el dólar, para que nuestro país siga manteniendo su competitividad. Sin embargo, no se previó ninguna política a futuro (pensando en la probable caída del precio de la soja). Hay algunos economistas que dicen que hay que dedicarnos a lo que “somos buenos”, es decir solamente a la producción agropecuaria. Sin embargo, podemos observar que cuando nuestro país se industrializó los niveles de vida de la población aumentaron considerablemente. Durante el proceso de industrialización por sustitución de importaciones se vivió el menor desempleo de nuestra historia.
    Si algo se hizo para diversificar nuestra producción, fue un notable avance de la industrialización  que había quedado olvidada por los gobiernos neoliberales. La industria metalúrgica creció un 125% en el período que estamos analizando y, por su relación con otros tipos de industrias, hizo que otras industrias crezcan, como la automotriz.
    Por otro lado, este período tuvo como característica que medidas puramente económicas que tienen el único objetivo de recaudar divisas se tomaron como avances ideológicos de la izquierda sobre la derecha. Un ejemplo de esto son las retenciones al campo. El gobierno nunca había buscado limitar a ningún otro sector productivo, como el minero (que sigue sin ser revisado). Pero esas cosas no se tienen en cuenta. Por otro lado, se buscaban aplicar las mismas retenciones a los grandes productores que a los pequeños. Se debería armar un proyecto nuevo, teniendo en cuenta estos aspectos.
    Se dice que la plata de las retenciones será dirigida hacia la redistribución, hacia la “justicia social” como dirían los peronistas. En eso estoy de acuerdo y me parece algo favorable de este gobierno. Sin embargo, creo que esta política redistributiva se mancha con gastos innecesarios. Por ejemplo, cuando todavía hay mucha pobreza y desempleo (aunque está disminuyendo) se gastan cientos de millones en el fútbol para todos o en las netbooks. Me parece importante que antes de esto se aseguren de que todos puedan trabajar, comer, tener salud y educarse.


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